Enseñar disciplina con amor

El amor es la primera cosa más importante que se le da a un hijo.
La segunda es la educación.
Uno de los objetivo de esta enseñanza es el autocontrol, es ayudar a que el niño aprenda a decir «aquí es donde debo parar».
Yo mismo sé cuando detenerme. Los niños de 4 ó 5 años, que conocen sus propios límites, son niños seguros.
Sabe que puede controlarse y esto lo llena de orgullo. Los niños «malcriado» no conoce sus límites y probablemente su mala conducta permanente sea una búsqueda desesperada de que alguien le diga, ¡Basta! ¡No! ¡Ya vale!. Los niños a los que no se les enseña cómo comportarse suelen sentirse poco queridos.
Como padre usted puede transmitir esta enseñanza diciéndole a su hijo a través de la palabra y la acción «todas las veces que hagas esto, debo detenerte, hasta que tú seas capaz de pararte tú solo.»
Pegar nunca es la solución.
Cuando decimos acción no nos estamos refiriendo a castigo físico. Es castigo físico nunca es aceptable y no demuestra respeto.
Los niños no aprenden cuando los maltratan físicamente, solamente aprenden a esconder su rabia y esconder sus sentimientos. Los niños que son castigados posiblemente en un futuro demuestren su rabia y tomen represalias.
Vivimos en una sociedad cada vez más violenta. Si enseñamos a nuestros hijos que la violencia es la forma de resolver los problemas que se nos presentan, nosotros, como padres, estamos fomentando la violencia como forma de vida. ¿Es eso lo que queremos?
A algunos de nosotros nos pegaron cuando éramos niños. Como consecuencia, nos puede resultar difícil no reaccionar con violencia cuando estamos fuera de control. Aunque intentemos evitarlo, algunas veces nos sentimos tentados a reaccionar de forma violenta cuanto se comportan mal.
Pero cuando reaccionamos de manera exagerada ante este tipo de situaciones, nos mostramos fuera de control delante de nuestros hijos precisamente cuando queremos que aprendan a controlarse. ¿Es ésa nuestra verdadera intención?
Es por eso que cuando nuestro hijo pierde el control y necesita disciplina, es necesario que los padres mantengan la calma, se controlen y siempre recuerden que el objetivo es enseñar, no castigar ni pegar.
Cómo enseñarles límites paso a paso
Para muchos padres es difícil afrontar el tema de la disciplina. Los padres que trabajan fuera de casa y están ausentes todo el día, les resulta difícil establecer límites.
Por otro lado, están los padres que no trabajan fuera de casa y creen que deben «hablar» en lugar de establecer y mantener límites estrictos. Seguramente ellos también quieran evitar la confrontación que casi siempre surge cuando se establecen límites.
Cuando se esta muy cansado o estresado inculcar disciplina resulta especialmente difícil. Cuando uno esta fuera de control, toma consciencia de la rabia que siente hacia su hijo y eso es algo horrible. ¿Cómo se puede enseñar disciplina cuando uno se enfrenta a tal desafío?
Es necesario decidir anteriormente cuáles son los puntos que podrá aceptar y cuáles no. No se puede aceptar la falta de disciplina cuando se trata de temas de seguridad.
Cuando usted haya decidido esto, es fácil poner reglas y consecuencias claras y tiene que ser congruente y firme.
Cuando se trate de temas que pueda aceptar, ahórrese la disciplina para otras cosas más importantes. Decir ‘no’ constantemente, a la larga pierde todo efecto. Algunas veces les es más emocionante ver como mamá o papá se enfadan, aunque luego tengan que sufrir las consecuencias.
Sea firme y mantenga la calma, sea coherente si no es posible no insista.
En el momento que el niño pierde el control y es necesario amonestarlo, rompa el ciclo del descontrol con un descanso, sujetándolo o aislándolo.
Tras romper el ciclo, acérquese y siéntese con el niño. Hable con él y explíquele por que hizo lo que hizo. Repita la frase «hasta que puedas detenerte tú solo.»
Explíquele cómo puede logarlo. Le puede decir que cada vez que haces esto, me molesta mucho y yo no quiero enfadarme contigo.
Por ejemplo le puede decir ¿Puedes darme alguna idea de cómo ayudarte a no hacer esto antes de que sea un problema?» Si el niño hace alguna sugerencia, póngala en práctica y dele crédito si funciona. Los padres deben dar algún tipo de responsabilidad a los niños alrededor de los 4 años.
Es muy importante examinar de cerca una conducta que se repite. Pregúntese, ¿Qué está diciendo mi hijo?
En algunos casos, el comportamiento es normal. Un ejemplo, mentir y robar son conductas típicas de los niños entre 4 y 5 años de edad.
Mentir refleja el deseo de dar vida al pensamiento lleno de anhelos que representa la mentira.
Robar es parte del deseo del niño de «ser» como la persona a la que roba. Sin embargo, esto no significa que no deba reprender al niño. Por el contrario, tiene que hacerlo. Pero comprender los objetivos secretos del niño puede darle el equilibrio y la serenidad que necesita para no reaccionar de una forma exagerada.
El hecho de interpretar las acciones del niño puede dar mejor resultado que cualquier otra forma de disciplina.
Por último, compense lo negativo con algo positivo y real. Un ejemplo, «me siento tan bien de haber solucionado este problema, porque podemos estar unidos otra vez. No me gusta estar enfadado contigo.»
Recuerde siempre que para su hijo sus acciones son el ejemplo de cómo controlarse.
Es una gran responsabilidad ser padres.
